Cristina Castillo desplazada a Túnez
Alarmado por la intensificación de los combates y por el número cada vez más elevado de víctimas, el CICR insta a todos los que intervienen en el conflicto a que respeten el Derecho Internacional Humanitario y, en especial, a que tomen todas las precauciones posibles para preservar la vida de las personas civiles.
Según el CICR, casi todas las hostilidades tienen lugar en zonas densamente pobladas, donde las personas más expuestas a los riesgos de los combates son civiles. "Los heridos y los enfermos de todas las partes deben ser atendidos, y las instalaciones médicas, las ambulancias y el personal sanitario deben ser respetados y protegidos", declara el presidente del CICR, Jacok Kellenberger.
Mientras se intensifica el conflicto en Libia, prosigue el éxodo de personas que huyen hacia países vecinos como Túnez. En este país, la Media Luna Roja Tunecina, con el apoyo de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja de otros países, entre ellos España, está reforzando su intervención humanitaria para garantizar alimento, agua, cobijo, salud básica y saneamiento a miles de personas instaladas en campamentos de refugiados. "Llegan con lo puesto y, por ello, lo urgente es la ayuda básica de comida, salud y albergue, pero también precisan saber qué va a ocurrir con ellos en un futuro próximo, si serán repatriados o no a sus países de origen, si deberán quedarse en Túnez a la espera de poder volver a Libia o si, en definitiva, en un lugar u otro, podrán volver a ganarse el sustento para sus familias", indica Cristina Castillo, delegada de la Unidad de Emergencias de Cruz Roja Española desplazada a Túnez.
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