Vista aérea de los campamentos en Lorca
La agresión de la naturaleza dura poco más de un instante; su sombra, por el contrario, es alargada y difícil de disipar. De ello nos dejó constancia el terremoto que azotó a la localidad de Lorca, Murcia, el pasado 11 de mayo.
Tras el terremoto, los daños ocasionados en infraestructuras, equipamientos, edificios monumentales y viviendas particulares fueron de gran magnitud. Pero no sólo hubo daños materiales, la población tardará mucho tiempo en recobrar por completo la normalidad, sobre todo, tardarán en perder el miedo a sufrir un nuevo temblor de gran envergadura.
Cruz Roja en la Región de Murcia se volcó de inmediato con los recursos materiales y humanos de que disponía, apoyada por el resto de España. Salvar vidas, trasladar enfermos, instalar hospitales de campaña y camas, repartir alimentos y líquidos… Todo ello para cubrir una primera fase de emergencia que se superó en colaboración con las Administración Local y Regional y los recursos militares del Estado.
Tras la etapa inicial de emergencia, nos encontramos en el momento de reconstrucción y recuperación de la normalidad. Más de 400 personas siguen viviendo en un campamento provisional, 14 familias más acampan en un centro escolar frente a sus viviendas inhabitables.
Para paliar esta situación, y dar una vivienda provisional a estas familias, Cruz Roja en colaboración con el Ayuntamiento, ha iniciado la instalación de las primeras 14 viviendas prefabricadas para afectados por el terremoto. Son viviendas modulares para dos, cuatro o seis personas, equipadas con todo el mobiliario necesario: cocina equipada, sanitarios,… y, dadas las características climáticas de la zona, con equipo de aire acondicionado.
Plano de las viviendas prefabricadas que se van a construir en Lorca.
El Ayuntamiento es el encargado de proporcionar el espacio sobre el que se construyen las viviendas, así como las conexiones y suministros de agua, almacenamiento y electricidad.
Por su parte, Cruz Roja instalará las viviendas prefabricadas -similares a su estándar internacional- y, de acuerdo con su propuesta al Ayuntamiento, en distintos puntos del casco urbano, evitando situaciones que puedan constituir focos de dificultad en la convivencia.
Ante los importantes daños de diversa índole sufridos en Lorca, Cruz Roja ha orientado su aportación a todos los ámbitos de su actividad, que incluye también el de la construcción y reparación de viviendas, dedicando todos sus recursos disponibles y los recibidos gracias a la solidaridad de la sociedad que se han volcado con la población lorquina.
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