Voluntarios de Cruz Roja distribuyendo alimentos en los primeros momentos de la emergencia
Desde que ocurrió el terremoto de Lorca, Cruz Roja Española ha estado junto a los afectados, identificando sus necesidades y haciendo todo lo posible para mejorar sus condiciones de vida en el menor tiempo posible, apoyando a los afectados a recuperar su normalidad.
Esa proximidad a las personas, y a sus realidades, es uno de los distintivos significativos que tiene la Institución, y es el que le ha permitido trabajar desde el primer momento en cubrir las necesidades de las personas afectadas por el seísmo.
Cruz Roja, más allá de la emergencia, continúa trabajando con las personas más vulnerables de Lorca, reforzando su resistencia y capacidad ante futuras crisis.
Concretamente, planteado su intervención con un alto componente de proximidad y cercanía con aquellos grupos de población más vulnerables, como son las personas mayores o la infancia, que han sufrido más severamente los efectos del seísmo. De esta manera, los voluntarios y voluntarias de Cruz Roja en Lorca actúan identificando las necesidades existentes y, al mismo tiempo, facilitando las actuaciones o los apoyos necesarios que contribuyan a mejorar las condiciones de vida de las personas más vulnerables.
La extensa red de Cruz Roja, con presencia en más de mil puntos de la geografía española, es una de las principales fortalezas de la Institución, es la garantía que nos acerca a las personas, y que facilita la atención a aquellas que lo necesitan, y que se encuentran en situación de vulnerabilidad social.
Este carácter de proximidad de la red está en línea con el carácter humanitario de la Institución, que consiste en ofrecer un servicio que se adecue a las necesidades de las personas, y que les procure el acompañamiento necesario para evitar el riesgo de exclusión social, al mismo tiempo que fomenta su autonomía personal y colectiva.
Se trata de apoyar una intervención comunitaria que prevenga situaciones excluyentes y posibilite la colaboración entre las personas. Entre sus valores añadidos se encuentra conseguir la colaboración necesaria a través de la responsabilidad pública y la participación de los ciudadanos a través del voluntariado.
Este esquema de red de proximidad, apoyado en el voluntariado y en las nuevas tecnologías, constituye en Lorca un modelo de intervención cuyo objetivo final es prevenir el riesgo de exclusión social de las personas afectadas por el seísmo.
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