Tratamiento Antirretroviral
La terapia antirretroviral (TAR) consiste en la toma de una serie de medicamentos con el fin de impedir la replicación del virus y evitar que disminuyan los linfocitos CD4 (defensas). Este tratamiento consiste en la combinación de varios fármacos.
El objetivo de la terapia antirretroviral es retrasar el avance de la infección y aumentar la supervivencia y la calidad de vida de las personas que viven con el VIH. Los medicamentos no consiguen destruir al virus, pero lo controlan y es por ello que hoy en día la infección por el VIH se ha convertido en una enfermedad crónica. Al controlar el virus, los fármacos contribuyen a que haya una disminución de la carga viral y como consecuencia, se reduce la capacidad de transmisión.
El tratamiento antirretroviral debe ser prescrito, controlado y modificado por los especialistas que se encargan del control de la enfermedad. Igualmente, debe ser propuesto a todas las personas que hayan sido diagnosticadas de infección por VIH. Existen diferentes tipos de medicamentos que se pueden clasificar según su mecanismo de acción; es decir, según la forma que tienen de controlar al virus. Es un tratamiento individualizado y dado el carácter de enfermedad crónica es indefinido, por lo tanto, las personas deben estar bien informadas de cómo tomarlo correctamente.
El cumplimiento terapéutico es uno de los puntos clave en el control del VIH. Cuando existen irregularidades en la toma de la medicación, aumenta el riesgo de pérdida de eficacia y de aparición de resistencias. Antes de dejar de tomar un medicamento, se debe informar previamente al especialista.
Por último, es importante tener en cuenta que algunos medicamentos de origen natural pueden en ciertas ocasiones interferir con el TAR, por esta razón es necesario que los especialistas tengan conocimiento de su uso así como de otros medicamentos que se estén tomando debido a la presencia de otras enfermedades.
BIBLIOGRAFÍA:
- Grupo de estudio de Sida de la SEIMC (GeSIDA), Sociedad Española Interdisciplinaria
del Sida (SEISIDA). Documento informativo sobre la infección por el VIH. 2017. - SEISIDA. ¿Cuál es el tratamiento? Available at:
http://www.seisida.es/cual-es-el-tratamiento/. Consultado Nov-08, 2017.
Parejas Serodiscordantes
Entendemos por parejas serodiscordantes, las parejas formadas por una persona seropositiva y otra seronegativa (ya se trate de una pareja heterosexual u homosexual). Es una situación muy frecuente que requiere un abordaje especial y en la que hay que focalizar el máximo esfuerzo preventivo, intentando siempre trabajar con los dos miembros de la pareja.
El grado de transmisibilidad del VIH de una persona infectada a otra que no lo está depende de múltiples factores que influyen en la magnitud del riesgo: factores dependientes de la persona con VIH, factores del propio virus, factores dependientes de la persona en riesgo y el tipo de práctica sexual.
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Embarazo y VIH
Se llama transmisión materno-infantil o transmisión vertical del VIH, a la transmisión del virus de una madre seropositiva a su bebé, durante el embarazo, el parto o la lactancia materna.
El riesgo de transmisión existe durante toda la gestación, pero es muy raro que el feto se infecte en el primer trimestre del embarazo. El período durante el cual se infectan más bebés es el que rodea al parto.
Los factores que favorecen la transmisión vertical del VIH son la presencia de otras infecciones genitales, la mayor carga viral de la madre, una cifra baja de CD4 (defensas) y la lactancia. Otros mecanismos que pueden favorecer la transmisión son: que se rompa la bolsa de aguas mucho tiempo antes del parto y que el bebé trague secreciones maternas, que se hagan tomas de la cabeza del bebé con agujas antes de nacer, que el parto sea laborioso y que no se limpien las secreciones de la boca del bebé inmediatamente después de nacer.
El elemento más importante para evitar la transmisión del VIH de una madre embarazada a su futuro bebé, es conocer su estado serológico.
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Tengo VIH
Enterarse de que tu análisis de sangre ha dado positivo puede darte miedo, pero debes saber que no es una sentencia. Tienes el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), que puede causar el sida, pero no tienes sida y existen medios para que no llegues a desarrollarlo nunca.
Es verdad que actualmente no existe una cura para el VIH, pero hay tratamientos que permiten mantener la infección bajo control y por eso el VIH es una enfermedad de tipo crónico.
El acceso al tratamiento y la asistencia médica en España es gratuito para aquellas personas con tarjeta sanitaria; se realiza a través de la Seguridad Social. Al tratarse de una condición crónica, el cumplimiento del tratamiento y de las visitas de control y seguimiento con el equipo de especialistas, serán claves para una buena evolución.
A partir del diagnóstico, son muchas las dudas y preguntas que acuden a tu mente. Con este documento esperamos que encuentres las respuestas principales y también, algunos consejos para mantener y mejorar tu calidad de vida.
Además, recuerda siempre que en Cruz Roja te podemos ayudar.
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Conozco a una persona que vive con VIH
Las situaciones de riesgo frente a la transmisión del VIH son:
- Las relaciones sexuales que incluyen penetración vaginal, anal o sexo oral sin preservativo, cuando al menos una de las dos personas está infectada.
- Compartir jeringuillas en la inyección de drogas por vía intravenosa.
Los únicos fluidos con capacidad para transmitir el VIH son: sangre, semen, fluidos vaginales y la leche materna en el caso de los lactantes. Los demás fluidos del organismo, no tienen capacidad infecciosa: orina, saliva, lágrimas, sudor, mucosidades, heces...
La presencia de fluidos transmisores en la piel sana de otra persona, no tiene riesgo de transmisión del VIH. Sólo existiría riesgo en el caso de que en la piel hubiera heridas abiertas y profundas, ya que constituirían una vía de entrada del virus al organismo de esa persona.
Los padrastros, arañazos, rozaduras, granitos, heridas cicatrizadas o con costra, son lesiones superficiales que no representan una vía de entrada para el virus.
Se puede decir que, en la vida cotidiana, por el contacto con una persona que vive con el VIH, ya sea en el trabajo, en la escuela, en instalaciones deportivas, en un contacto social, familiar, etc., no se transmite el VIH. Por lo tanto, no se transmite por compartir platos, comidas, objetos, beber del mismo vaso, toser, estornudar, tocarse, besarse, acariciarse o darse un masaje, ni por coincidir en gimnasios, duchas, piscinas, baños, aseos, ni lugares públicos en general.
Una persona que vive con el VIH, se merece el mismo cariño y respeto que cualquier otra persona. Además, si quieres ayudarla y apoyarla, es mejor no adoptar una actitud protectora o culpabilizadora. Pregúntale qué necesita y cómo podrías ayudarla.