Es un proceso que promueve conocimientos, competencias, actitudes y valores que ayuden a comprender la situación de las personas vulnerables y a promover un desarrollo humano sostenible.
Es una educación dinámica, participativa y creativa, que dura toda la vida de la persona y que está orientada hacia el análisis (conciencia analítica), la acción (comportamiento solidario y activo) y el cambio social para lograr el respeto por los Derechos Humanos, la paz y un desarrollo humano justo, equitativo y sostenible para todos los pueblos.