La labor que desarrolla Cruz Roja en Canarias se remonta al siglo XIX, concretamente al año 1.874. La fundación se atribuye al Dr. Víctor Grau-Basas, quien forma la primera Junta directiva, siendo su primer secretario el 1 de abril, y se crea la Asamblea en Las Palmas de Gran Canaria, siendo su primer Presidente Domingo José Navarro. Siete días después, se fundaría una Sección de Señoras en Arucas.
Por tanto, Cruz Roja en Canarias inicia su trayectoria hace 140 años, cifra que nos convierte en una de las Asambleas más antiguas de Cruz Roja Española.
Posteriormente, el 21 de agosto de 1895 se funda Cruz Roja en la provincia de Santa Cruz de Tenerife.
Desde su fundación, Cruz Roja en Canarias ha venido desarrollando su actividad en consonancia con los Principios Fundamentales del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja. Su misión en un principio fue la atención a los heridos en campaña, calamidades y siniestros públicos, luego veríamos la cantidad de facetas que está tocando, siendo uno de sus principales objetivos estar siempre al lado de las personas más necesitadas. Por ello, la Institución inicia su actividad en esta comunidad autónoma con la puesta en marcha de dispensarios médicos y posteriormente con la donación de sangre, así como el transporte sanitario urgente, de ahí a puestos de primeros auxilios en carretera y cobertura sanitaria de las costas.
En los primeros años del Siglo XX, momento histórico marcado por una Epidemia de gripe que azota a la Isla de San Miguel de La Palma y otras localidades, hay que destacar la gran actividad que tiene Cruz Roja. El día de la Patrona, reparte comidas, ropas, etc., entre los más necesitados, tarea que continuarán realizando muchos años más.
Por los servicios prestados en la extinguida epidemia gripal y el auxilio altruista que prestaron a los enfermos recluidos en el Hospitalillo de aislamiento, que fueron realizados con tanta abnegación por los miembros de este filantrópico Cuerpo, se acuerda dirigirse al Gobierno de S. M., en súplica de que se ordene la instrucción de expediente, para que a la bandera de la Ambulancia, como representación de todo el personal, se le otorgase la honrosa y merecida distinción de la Orden Civil de Beneficencia.
Fue una obsesión de los miembros de la Cruz Roja el sostener unos Dispensarios Provinciales con atención totalmente gratuita a los pobres de solemnidad, atendidos por reputados doctores, que pasaban consultas a diario y realizaban algunas pequeñas intervenciones quirúrgicas. Sólo había algunos seguros que cubrían a los que podían pagarlos. Hay que tener en cuenta que la Seguridad Social que hoy conocemos data del año 1942.
En el año 1929 Canarias, como provincia española, aparece en primer lugar, con el mayor número de socios, que ascendía a la cifra de 4.314. Todo un éxito.
Es digno de todo elogio la labor desarrollada por los altruistas ambulantes y las Juntas de Damas, formadas por señoras, que presumimos tenían posibilidades económicas para contribuir con más holgura a los fines de la Institución.
En los años treinta Cruz Roja constituyó las Casas de Socorro y el Cuerpo de Bomberos en la capital tinerfeña.
Durante los años 40, el Mando Económico al frente del cual se encontraba el Teniente General, (Laureado en 1930, por el Rey Alfonso XIII) D. Francisco García- Escámez e Iniesta, entre otras muchas obras que aún están en pie en Canarias, reformó y fundó muchas sedes de Cruz Roja, como en las dos capitales canarias, La Laguna, Puerto de la Cruz y otras.
Siempre acudía con los medios del momento, incluso cuando no había llegado las primeras ambulancias, con camillas, tiendas de campaña, botiquines de urgencia, etc., donde era requerida su presencia, como concentraciones de personas, estadios, plazas de toros, carreras ciclistas, accidentes de tráfico o de aviación, entre las que destacamos el más grave de la aviación civil en el mundo.
En los años setenta, se apuesta por un compromiso con los más vulnerables. Por ello, se ponen en marcha una serie de iniciativas enmarcadas en el desarrollo de proyectos sociales encaminados al trabajo con personas mayores, mujeres con dificultades Sociales, inmigrantes, refugiados, drogodependientes, personas afectadas por el VIH-SIDA, infancia y jóvenes en dificultad social, población reclusa, discapacitados, personas en exclusión social, etc.
También, hay que destacar el servicio de la Cruz Roja del Mar, con sus puestos de Socorro en el litoral canario, que sirvieron para salvar muchas vidas humanas. A partir de los años ochenta se inicia la implantación y desarrollo de los servicios sociales de la Institución en Canarias, prestando atención y potenciando nuestra actuación con personas mayores, discapacitados, familias en situación de vulnerabilidad, mujeres y jóvenes en exclusión social, etc.
Es de destacar, a partir de los años 90, también el importante avance acometido en los proyectos enmarcados en la Cooperación Internacional dada la respuesta solidaria que la población canaria da a estas necesidades y su canalización a través de esta Institución.